Preocupados por la educación… siendo “educar” no sólo instruir sino también cuidar, alimentar, extraer… y elevar… Pero, ¿por dónde empezamos cuando educamos? Pues solemos empezar dando respuestas… a preguntas que nadie nos ha hecho. Catherine l’Ecuyer nos ayuda a regresar al tema del origen del conocimiento, del aprendizaje: la pregunta, la admiración, el asombro (regresar porque es un tema que ha estado presente en la historia de la filosofía y del conocimiento, podemos verlo ya en Aristóteles). Provocar la pregunta es el origen del aprendizaje, del conocimiento, de la motivación.
Matamos continuamente el asombro, la admiración de nuestros niños con nuestra falta de tiempo, con nuestras respuestas tan horizontales (por no decir superficiales) a sus cuestiones tan trascendentales, callándoles con tecnología… es decir, aceleramos sus ritmos con sobreestimulación, bloqueamos sus preguntas y nos quejamos después de adolescentes poco motivados. Os animo a leer estas páginas llenas de verdad y belleza que no os dejarán .
* Ana Belén Álvarez
